Una joven muere como consecuencia de un accidente de tráfico, y 24 horas después, su padre acude al lugar, donde murió su hija, y se suicida. La tragedia ha conmocionado a los vecinos de la localidad madrileña de Valdemorillo, de donde eran vecinos el padre y la hija.
El accidente de tráfico ocurrió un lunes en la tarde en España. Según ha informado el Servicio de Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid, el accidente ocurrió cuando la joven circulaba con su motocicleta por el kilómetro 13 de la M-512.
Los sanitarios reanimaron a la joven que había sufrido numerosos y graves politraumatismos. Fue intubada y trasladada en el helicóptero al Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde ingresó en estado crítico. Lamentablemente, a los pocos minutos de llegar al hospital, falleció.
Horas después del fallecimiento de la joven, el padre acudió al lugar donde había ocurrido el accidente. Llevaba una escopeta de caza con la que se quitó la vida.
En la red social Twitter, se ha puesto en marcha un hastag “TodosSomosCarmen29”, donde sus amigos están dejando mensajes de condolencia y recuerdo de la joven.
— ¿Te encontraste con ella de nuevo?
— Sí, estuvimos en el mismo lugar anoche. Apenas la vi, reconocí a la chica tierna que conocí hace un par de años.
— ¿Y qué pasó? ¡Cuéntame todo!
— No pasó nada.
— ¿Cómo que nada?
— Nada, no pasó absolutamente nada. Sólo la vi.
— Pero eso ya me lo dijiste.
— La vi de lejos.
— ¿No se saludaron?
— No.
— ¿Por qué? Tú sí que estás loco, llevas meses diciéndome que te mueres por verla de nuevo y cuando por fin logras encontrarte con ella. Ni siquiera la saludas.
— Es que tú no entiendes.
— No, créeme que no entiendo nada.
— Ella se reía todo el tiempo, se notaba que estaba feliz.
— Pero, ¿Por qué no la saludaste?
— Cómo te explico que me estaba acercando cuando de pronto apareció alguien que fue directamente hacia ella, le agarró la cara y le dio un beso. En ese momento descubrí que había perdido a la mejor chica que pude haber conocido en mi vida... para siempre.
— Debiste buscarla antes.
— Debí... no lo hice. Probablemente sea de lo único que me arrepienta. Porque yo odio arrepentirme de algo, pero esto es una clara excepción.
— A veces es ahora o nunca, yo también lo aprendí.
— Pero sabes que, luego pasó algo muy extraño. Ella me miraba como si quisiera decirme algo y no sabía qué hacer en ese momento.
— ¿Y qué hiciste? ¡Cuéntame!
— Escribí en un papel esto: "Te deseo toda la felicidad del mundo, porque tú fuiste mía. Si tú estás feliz, yo también lo estaré... así tú no estés a mi lado. No importa nada más" y antes de irme se lo entregué.
— ¿Te dijo algo?
— No en ese momento. Cuando llegué a mi casa tenía un mensaje en mi celular que decía: "Yo tampoco soy feliz"
Queridos padres:
Hoy en esta noche nublada, llena de estrellas, relámpagos y truenos sin lluvia. Me gustaría despedirme no solo de mí, sino de todas las personas que me rodean. De todas las personas que influyeron en mi para escribir esta carta de despedida.
Me gustaría disculparme por no pedirles consejos, ayuda o algo similar, pero pienso que más disculpas deberían pedirme ustedes por no sentarse a mi lado cuando llego de la escuela, o cuando llegan del trabajo, y decirme “¡Hija! ¿Cómo te fue hoy?” “¡Hija!
Hay algo en que pueda ayudarte?”, “Hija, ¿Por qué esa cara? ¿tienes algún problema? ¿En qué debo ayudarte?”, sin embargo no escribo esto para que su conciencia se destruya más de lo que debería destruirse, aunque entiendo perfectamente que su trabajo es la sustentación de esta familia y no hay nada más agradable que comer por lo menos unas tres veces al día, ¿pero y el poco tiempo libre que tienen?, está bien… ya es tarde. Ahora les cuento porque esta carta; cuando entre a la secundaria sabía que nada sería fácil, que las amistades serían más pesadas, y mis defectos más juzgados que nunca, pero no le temí a nada de eso hasta que lo viví en carne propia, la semana pasada no comí mucho, tal vez casi nada, solo agua. Sé que no te diste cuenta y no es necesario que te preocupes ahora, mis compañeros de clase se burlaban de mí a cada instante tal vez esas palabras para ti no sean tan fuertes como para llegar a esto, pero son más fuerte de lo que crees ¿sabes porque?, nunca lo supiste pero…. Mi autoestima rosa el suelo, y cada palabra de mis compañeros es como un flechazo a una porcelana frágil, muchas veces cuando Salía a comer algo un par de chicas rubias, y maquilladas hasta en lo profundo de los ojos me tiraban lo poco que consumiría durante la mañana, un día uno de los chicos de noveno grado, me hicieron caer, y los de mi salón empezaron a golpearme y a empujarme para ver si rodaba como un “balón” y como no lo hacía preferían Golpearme hasta que lo haga por obligación, solo para recibir risas burlonas de cada uno, los medios día de almuerzo era como un llamando al calabozo de una tortura, era como si toda la escuela estuviera en mi contra, o como si yo fuera una persona que les hiciese daño a todos, en la hora de almuerzo las chicas de noveno alojaban su comida en sobre la mía, para luego hacer una ronda y consumir todo, mientras escuchaba criticas ofensivas por parte de todos. Una mañana intenté decírselo a la Srta Gómez la profesora de ciencia, pero lo único que dijo fue que mis compañeros solo eran unos niños inmaduros y que debía tomarle mucha paciencia, ¿ahora vas entendiendo?, apenas empezaba la crueldad por parte de todos, ese mismo día un compañero me reto a correr una hora en la clase de educación física mientras el profesor no estaba, me negué hacerlo pero sin embargo otro grupo más grande me obligo o si no, romperían mis dientes, corrí un poco pensando que se aburrirían y se irían a otro lugar pero no fue así, se sentaron a tomar malteadas y a mirar como sufría por cada paso que daba, ese día sentí que mis pulmones ya no tenían aire, me ardían más de lo que tu podrías pensar ahora mismo. No pude completar mi reto ¿sabes porque?, bueno ese día me deshidrate mi cuerpo no tenía líquidos y encima no había comido por unos largos días, cuando desperté estaba sola en la mitad de la cancha tenia moretones por debajo de mis ojos, ese día llegue dispuesta a contarte lo sucedido pero me respondiste con un “ahora estoy ocupada, al rato me hablas” y ahora mismo, no estoy dispuesta a seguir con esto, espero vernos algún día en el cielo o en el infierno, o cualquier lado que valla. Dios te bendiga y por favor en memoria de mi suicidio pon esto de ejemplo a los millones de jóvenes que ahora están pasando por esto. STOP BULLYING.colías - Mercedes Reyes Arteaga.
