NO TE ENAMORES DE UNA CHICA QUE ESCRIBA
Nunca jamás pienses que te puedes enamorar de
una chica que escriba. Tampoco la escuches o prestes mucha atención a lo que
dice. Enamórate de una simple, sencilla y que tenga mala ortografía, ella te
dará alegría sin sabor, de esa que no despierta emoción. En cambio, una chica
que escriba, sería capaz de narrar la historia más aburrida y hacerla parecer
divertida, interesante, ocurrente. Esa que escribe hasta en una servilleta,
será capaz de moverte algo más que el piso.
Sal con una chica que solo se preocupe por su
aspecto, te vendrá bien en todas esas fotos y reuniones del trabajo. Tu mamá
dirá que podrán tener hijos hermosos y que ella se dedicará a cuidarlos cuando
llegue el momento. Una chica que escribe, en cambio, podría hacerte pasar
momentos incómodos cuando decida reírse de alguna tontería en la calle, cuando
recuerde algún cuento o cuando decida ser ella misma en alguna fiesta y
convertirse en una persona interesante llena de cuentos y aventuras que solo
conoce por las páginas que escribe.
Disfruta de tu vida con una chica cualquiera,
sencilla y simple. Tendrás una vida sin preocupaciones y sin montañas rusas
emocionales. Siempre sabrás qué esperar y cómo, disfrutarás del sexo matutino
en la única posición que sabe, porque de todas maneras sentirá placer y tú
también. Deja de lado a aquella chica que escribe, atrevida y oculta detrás de
sus letras. Esa que es capaz de mostrar su lado más salvaje cuando se siente
cómoda y aceptada porque será ese, aunque no lo creas, su momento de mayor
sensualidad.
Ella, la chica que escribe, que lee, que
disfruta, que crea historias será un reto. Mantenerla a tu lado no será
cuestión sencilla. Disfrutará, probablemente, del cine “raro” y preferirá
comprar libros escribir es sexy antes que vestidos, pero aun así podrás
encontrarla un día vistiendo solo sus lentes y algún libro que le guste porque
así se lee mejor. Cuando nada te incomoda. Cuando solo la piel te acompaña. En
cambio, aquella chica que no escribe ni siquiera un papel para decirte que la
esperes, será mucho más fácil de mantener, llévala a fiestas ruidosas y llenas
de gente plástica que solo asiste a aquellos lugares para que el ruido de la
música les impida escuchar la tristeza de sus pensamientos.
Conquista a una mujer que no escriba, ella será
fácil a la hora de consentirla y hacerle regalos, para ella será solo cuestión
de rosas y chocolates, sin esperar más allá. Piensa que, si te enamoras de una
que escribe, deberás buscar libros, tulipanes, chocolates diferentes, obras de
teatro o sencillamente una tarde en un parque. Para ella cualquier regalo
podría ser especial, pero no sabes qué es «cualquier regalo» porque sabes que
ella retará tu creatividad.
En fin, enamórate. Enamórate de la que irrumpa
en tus sueños cuando menos lo esperes, enamórate de esa que te rete. Conquista
a esa mujer que, sin darse cuenta, ya entró en tu cabeza y no la puedes ni
quieres sacar. Enamórala porque te la imaginas en tu casa, contigo a tu lado.
Enamórala con frases inesperadas, con música que te conecte a ella, con deseos
y mensajes que llegan a deshora solo para recordar que la extrañas. Enamórense.
Pero si descubres que ella es mucho para ti
porque reta demasiado tu mente, corre a buscar a la chica que no escribe, pero
antes déjale una nota a quién te robó el pensamiento para que esté enterada que
será pronto el momento de colocar punto final a otra historia. Y si el caso es
contrario, si descubres que tu vida está al lado de aquella que escribe, corre
con un ticket del metro y un mensaje, entra en su biblioteca y déjaselo en el
libro de turno, ¡ Sorpréndele sin mentirle!
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