Qué darías tú por transformar las horas en segundos y los caminos en puentes para estar a mi lado, para encontrarme, para ser uno mismo y romper con esta maldita malaria acumulada que se derrama por tus parpados cada tarde en que mis manos no están sobre las tuyas.
Tus labios me llaman y tus ojos me dicen eso que quieres esconder, que tienes enterrado en el alma desde hace muchos ayeres y que un día no podrás soportar más, te delatará el hecho de quererme con la vida y no encontrarme a tu lado, ahí, en donde debería estar desde el día en que fuimos creados.
u,u
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